Luis Buñuel recordaba su buenos ratos en los bares:
“Yo he pasado en los bares horas deliciosas. El bar para mi es un lugar de meditación y recogimiento, sin el cual la vida es inconcebible. Al igual que Simeón el estilita que, desde lo alto de su columna, hablaba con su Dios invisible, yo, en los bares, he pasado largos ratos de ensueño, hablando rara vez con el camarero y casi siempre conmigo mismo, invadido por cortejos de imágenes a cual más sorprendente. Ahora apenas salgo de casa; pero a la hora sagrada del aperitivo, a solas en el cuartito en el que guardo mis botellas, me gusta recordar los bares que amé”.
2 comentarios:
precioso escrito
sabio escrito
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